jueves, 21 de julio de 2011

El buscador

Me siento perdido. Tengo tanto dolor en mi interior que a veces no puedo soportarlo. Ha sido tanto tiempo, tanto tiempo…
He soportado lo insoportable. Lo que no tenía por qué soportar, y todo por una apuesta contra mí mismo, un desafío de salvar una situación, una persona, una vida…
No he podido. Lo siento. Me rindo. No puedo más. Estoy extenuado. Esta situación casi acaba conmigo. He luchado hasta el agotamiento y me ha afectado a mi alma y a mi cuerpo.
Ahora me siento solo, dolorido, débil, cansado, desubicado como dice Joaquín Sabina, pero ahora tengo la suerte de no tener la retroalimentación continua de la desaprobación, del enfado, del grito, de la ira, del odio, de la energía negativa.
Puede que esté en uno de los peores momentos de mi vida, por lo menos así lo siento; aunque en el fondo de mi alma también sienta que esto es sólo un rato, una crisis, la oscuridad para poder ver la luz. Pero el momento es muy difícil, pero aún hay una cosa más difícil: aquello que mi cerebro imagina y que nunca pasará. Y esto, sin embargo, me atormenta.
Siempre he sabido que no existen las casualidades en la vida. Las cosas suceden por alguna razón. Todavía no entiendo ésta, porque estoy todavía dentro del bosque y los árboles me impiden ver más allá.
Pero todo llegará. Llegará la luz. Llegará el momento de liberarme de todas las cadenas que atosigan a mi alma. Llegará el momento de ser realmente libre y de poder decidir por mí mismo, sin tener que ser nada más que lo que soy.
Pero ahora necesito ayuda, necesito curar mis heridas y cada día que pasa reconozco que son muy profundas.
Cada día me doy cuenta de lo hundido que estoy. Cada día que pasa soy más consciente del castigo a que he sido sometido. Tengo tanto dolor, que a veces no puedo soportarlo.
Estoy buscando ayuda, un profesional que me ayude a discernir lo real de lo ilusorio y que consiga que me pueda centrar en mi vida. No quiero perder el norte. Me costará, pero lo conseguiré. Conseguiré salir de aquí. Nunca nadie ha podido acabar conmigo y nunca podrán; aunque esta vez, casi lo consigo yo solo, por haber permitido esta situación. Por eso pienso que yo soy mi peor enemigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario